Durante el embarazo el cuerpo pasa por varias transformaciones: cambios hormonales, digestivos, aumento de peso en articulaciones, ligamentos laxos, mayor estrés en el sistema esquelético , etc.
Muchas mujeres experimentan dolor de espalda en algún momento del embarazo y preferirían no tomar ningún medicamento que pudiera dañar al feto:
La Quiropráctica es el procedimiento ideal para aliviar los síntomas sin preocuparse por los efectos secundarios.
La quiropráctica normaliza el funcionamiento del sistema nervioso mejorando la salud en general. Por ello muchas mujeres confían en los cuidados quiroprácticos durante el embarazo y lo continúan después del alumbramiento.
Algunas investigaciones indican que un chequeo quiropráctico regularmente reduce la incidencia de dolor durante el alumbramiento y la duración del parto.
9 meses de embarazo provoca cambios significativos en el cuello pélvico y estructura ósea de la mujer. La quiropráctica ayuda reducir el tiempo de recuperación y ayuda a asegurar el éxito y la comodidad de futuros embarazos.
¿Y SI MI BEBÉ VIENE DE NALGAS?
La técnica Webster, descubierta por el Dr. Larry Webster, fundador de la Asociación Quiropráctica Pediátrica Internacional, es un ajuste específico para mujeres embarazadas. Al corregir las subluxaciones sacras con esta técnica se equilibran los músculos y ligamentos de la pelvis de la madre, se evita el “encierro” permitiendo al bebé colocarse en la mejor posición para el parto. El Dr. Webster instruyó a muchos doctores en quiropráctica con esta técnica, quienes manifestaron que se consiguió que los niños pudieran colocarse en la mejor posición, vértex (cabeza abajo, con el occipital hacia adentro), para el parto. Debido a esto, muchos Quiroprácticos hoy en día son requeridos para aplicar esta técnica a mujeres que van a parir.
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